Asi que las vacaciones del verano del 2002 nos salieron gratis: los vuelos los puso Finnair y el recorrido desde Helsinki hasta Rovaniemi con hoteles muy buenos, lo aportó la agencia Condor Vacaciones. ¡Todo salió sorprendentemente bien!Finlandia es una sucesión de bosques, lagos y ciudades o pueblos tranquilos, no es un viaje espectacular pero resultó muy agradable.
Helsinki es una ciudad con mucha vida en la calle, al menos en verano, claro. Estuvimos un día y allí nos ofrecieron una excusión a Tallín que nos gustó mucho. En otra entrada me centraré en esta ciudad medieval.
El circuito comenzó en Porvoo un pueblecito muy tranquilo con casas a la orilla de un lago, como no podía ser de otra forma.
La primera parada la hicimos en la Región de los Mil Lagos y nos alojamos en un hotel muy coqueto a orillas de uno de los mil lagos, la tranquilidad era total.
Desde el hotel se podía pasear hasta una zona en la que se conservaban las trincheras de la Segunda Guerra Mundial, algún tanque y armamento de la época.
En Savonlinna visitamos su fortaleza y en el pueblo cercano de Kerimaki una iglesia luterana. Después de un paseo en barco por uno de los innumerables lagos visitamoe el museo Retretti,que auna arte contemporáneo y clásico que te va sorprendiendo según recorres las grutas subterraneas en la que está ubicado. Es una visita muy recomendable.
Continuamos hacia el Parque Nacional de Koli: bosque y bosque, lagos y lagos.... Nos adentramos por uno de los muchos senderos que ofrecía el bosque y nos pusimos como sopas ¡Cómo llovía!
De camino hacia Rovaniemi paramos en Ranua y visitamos un zoo muy especial, ya que estaba integrado en un bosque. Para nosotros fue una visita muy interesante pero no para todos los miembros del grupo
¡Te tienen que gustar los bichos, asi que nosotros lo disfrutamos mucho!
Por Rovaniemi pasa el Círculo Polar Ártico y para los niños es un sitio muy especial ya que allí vive Papa Noel, por supuesto se puede visitar su casa y hacerte fotos con él, previo pago del canon. Recomendable visitar el Museo Artikum por su arquitectrura y por el recorrido que hace de la cultura de Laponia, creo que ahora han constriudo una boveda en la que poder contemplar auroras boreales simuladas.
Nos afrecieron una excursión para visitar una granja de renos, y es de esas cosas que ahora llamamos "turistadas". Te montan en una lancha con parafernalia de chaleco, botas de agua, camisa de leñador... Se visita una granja de renos y te explican la formade de vida tradicional de los Sami.... No estuvo mal pero hoy por hoy nos lo hubieramos ahorrado seguro. También es verdad que en el grupo habia un chaval adolescente al que esto es lo que más le gusto del viaje ¡Asi que, todo está en el gusto de cada uno!
Como fuimos en julio, las noches son muy cortas, de manera que no había manera de ver el atardecer, poque eran los doce de la noche y todavía se estaba metiendo el sol, aunque con unos rojos muy intensos eso sí, y para ver el amanecer había que madrugar.
Esta foto se hizo a las cuatro y media de la mañana pero... ¡ por pura casualidad!
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