Los viajeros

Los viajeros

Nos gusta viajar, conocer lugares, gentes, disfrutar de la gastronomía, la fauna, la flora y la cultura de cada sitio, pero sobre todo nos gusta fotografiar lo que vemos, como una manera de retener en el tiempo y la retina aquello que nos sorprendió en algún momento.

lunes, 12 de agosto de 2013

Turquía: el primer viaje.


Nos remontamos al verano del 2001 
¡ Parece que no pasa el tiempo, pero son12 años!

Turquía fue nuestro primer viaje juntos y la experiencia nos gustó tanto que a partir de ese momento los viajes se han ido sucediendo año tras año con la misma ilusión.

Como pardillos que éramos en esto de viajar, elegimos un circuito convecional  con una agencia convencional: Delicias de Turquía. 

Siete días de circuito por la Capadocia en grupo ¡muy numeroso! y siete días en Estambul a nuestro aire, aquí empezamos a saborear la placidez y la libertad de prescindir de grupo cuando se puede.
Lo que agredecimos y agradeceremos siempre es el guía que tuvimos,  fue EXTRAORDINARIO, se llamaba SELIM y después de muchos viajes y muchos guías seguimos considerándolo de los mejores que hemos tenido.

Después de un día recorriendo Estambul para hacernos una idea de lo que nos esperaba a la vuelta del circuito, comenzamos el viaje.

La primera parada fue en Bursa, donde se encuentra la cuna de los Derviches. Visitamos el Mausoleo Verde.


Continuámos a Pérgamo. ¡Eran los primeros restos romanos que visitábamos y nos impresionaron!




Continuamos hacia Éfeso ¡y nos encantó! 
A pesar del mogollón de gente que allí se concentraba y del calor sofocante que hacía.



En Pamukale visitamos una necrópolis, un teatro romano...




Pero lo más espectacular son las piscinas naturales: formaciones de piedra caliza de color blanco luminoso y cascadas de agua. No sé cuanto quedará de esta zona tan especial, porque la utilización de las aguas termales por parte de los hoteles amenazaba con acabar con ella.





 ¡Es una auténtica maravilla de la naturaleza!

Visitamos Konia con su museo dedicado a los Derviches, comimos en el Karanvanserai de Sultanhani, y paseamos por la capiltal, Ankara.




Pero lo mejor del viaje con diferencia fue la  CAPADOCIA, con sus  formaciones espectaculares, sus chimeneas de hadas, las iglesias rupestres que se construyeron aprovechando precisamente esas  formaciones tan increibles, las cuevas que habían servido de refugio a los cristianos... 
¡Todo nos impactó! y cuando lo recordamos todavía nos impacta a pesar de haber viajado mucho y de haber visto muchas otras maravillas naturales.





Hicimos un par de caminatas, una  por la zona que llaman el valle del amor, por la forma de las rocas supongo... y otra, algo más larga por un cañón, durante el recorrido encontramos  iglesias escavadas en la roca.











Paseamos por un extensísimo lago salado.


Como no podía ser de otra forma visitamos la fabrica de alfombras y nos enseñaron el proceso de elaboración de la seda, aunque siempre agradeceremos la honestidad de Selím en el tema tiendas.

A día de hoy tratamos de evitar en la medida de lo posible todo lo relacionado con tiendas porque no siempre los guías son tan honestos.


También asistimos a un espectáculo de danza de Derviches en la típica cena tradicional, pero otra vez agradecer al guía lo bien organizada que estuvo y la calidad tanto de la cena como del espectáculo.
¡Lo pasamos muy bien!







De esta forma terminamos el circuito, ahora nos quedaban siete días para visitar la sorprendente ciudad de Estambul.

Dedicamos todo un día a recorrer el Palacio de Topkapi.


Pasemoa por las orillas del Bósforo y tomamos un barco para recorrerlo y otro para llegar a la Isla de los Príncipes, pero esta excursión nos pareció una turistada, nada recomendable.

















Recorrimos las calles y los bazares en busca de recuerdos que aún decoran nuestra casa.






Aunque las joyas de Estambul son Santa Sofía y la Mezquita Azul ¡Preciosas por dentro y por fuera!









Muy recomendables son la visita a la Basílica Cisterna y al Museo de los mosaicos.




Ya la entrada del museo promete y en el interior, los mosaicos tienen mucha calidad y están muy bien conservados.

Merece la pena tomarse un té o un refresco en la cafetería del museo ¡las mesas son capiteles románicos!


Visitamos mezquitas más modernas en la zona de Taskim, iglesias católicas como San salvador, subimos a la Torre Gálata para contemplar una espectacular vista de la ciudad... y al llegar al hotel... ¡un ratito de relax!!!






NO se porqué,  pero las puestas de sol en Estambul son preciosas.




Fue el primero de los muchos viajes que vinieron después y que vendrán,  pero guardamos un recuerdo muy especial de Estambul y su increible Capadocia.

No hay comentarios: