Los viajeros

Los viajeros

Nos gusta viajar, conocer lugares, gentes, disfrutar de la gastronomía, la fauna, la flora y la cultura de cada sitio, pero sobre todo nos gusta fotografiar lo que vemos, como una manera de retener en el tiempo y la retina aquello que nos sorprendió en algún momento.

lunes, 27 de mayo de 2013

Bélgica al completo.



La Semana Santa del 2013 la hemos pasado recorriendo las ciudades más emblemáticas de Bélgica.


Nos hospedamos en Bruselas en el Hotel IBIS  Santa Catherina, un hotel básico pero muy confortable, muy céntrico, con un desayuno muy completo y a un precio muy ajustado.

Alrededor hay muchos restaurante y desde allí se puede coger el metro para moverte por Bruselas o el tren para visitar las ciudades de alrededor.



 
En Bruselas paseamos por la Plaza del Ayuntamiento, tanto de día como de noche.

Recorrimos toda la ciudad buscando las fachadas decoradas con viñetas de comics.




Algunos son auténticas obras de arte
Hay que llevar un planito  para encontrarlas (hay un listando en internet )  y aún así, algunas se resisten.

Compramos una tarjeta turística para tres días con la cual visitamos unos cuantos museos y utilizamos el trasporte público.

El Manneken Pis que más nos gusto fue el de chocolate y los que se contemplan en el Museo de la Ciudad con sus trajecitos puestos y su chorrilla fuera, hay de todo:  ¡torero, astronauta, bombero...!  El de verdad tiene mucha historia pero poca gracia.
Merece la pena acercarse a ver  el ATOMIUM,  es grandioso, aunque entrar en él no parece muy interesante, nosotros nos quedamos admirándolo desde fuera.

También en las afueras vistamos el museo de África Central, es un recorrido antropológico por el Congo muy interesante.Hay que coger un tranvía (44) en la estación de metro de Montgomery que te lleva hasta la estación de Tervuren, y desde allí se puede llegar a andando.
Había una exposición temporal de arañas ¡impresionante!






 

La zona de animales disecados gusta de forma desigual,  más los insectos y mariposas que los mamíferos o aves, me llamo la atención este "pico-zapato" ya que en Uganda no pudimos verlo en su habitat.




En los alrededores del Parque del Cincuentenario visitamos el AUTOWORLD, es una de las mejores colecciones de coches del mundo. A pesar de no ser muy aficionados a los coches nos gustó mucho.



Muy cerca de éste, se puede vistar el museo del Cincuentenario, se centra en la  historia de las civilizaciones. Especialmente interesante la parte dedicada a las civilizaciones antiguas.




Paseando por la Ciudad Alta, visitamos el Museo de instrumentos musicales. El edificio por si sólo ya merece la vista y la colección de instrumentos es muy completa.

Con el pase de tres días también entramos en el museo de arte, la parte de pintura flamenca es fabulosa, pero la zona de arte modernoa estaba en obras y no pudimos verlo. El museo de Magritte merece la pena.



También es esta zona se encuentra el Museo del Cómic. Es muy aburrido,  bajo mi punto de vista ni está bien explicado ni tiene una estética bonita, es una sucesión de viñetas de autores belgas... La parte dedicada a Tintín es mínima.



Días después visitamos el Museo de Tintín. Hay que tomarlo con paciencia porque está a las afueras pero con el agravante de que la comunicación en tren es pésima, sorprende porque las ciudades como Gante o Brujas tienen una comunicación en tren fabulosa, pero en este caso prepara hora y media de ida o otro tanto de vuelta y una entrada de casi 12 euros. Ahora bien, merece la pena, el diseño del edificio es precioso, la colección es muy buena y la audioguía (que está incluida en la entrada) explica muy bien la historía de Hergée y de este personaje suyo. No se entiende que este Museo no esté en el centro de Bruselas.



Para el que no le guste mucho el tema museos, sencillamente se puede pasear por la ciudad descubriendo edificios modernistas, contemplando  fachadas emblemáticas y parar a comer o cenar en alguna de las muchas creperies o tabernas que tiene Bruselas.



 

En tren se puede ir a cualquiera de las ciudades más importantes  de Flandes y funcionan realmente bien,  nosotros empezamos por Amberes.
 En la misma Estación Central de Bruselas se compran los billetes ida y vuelta. Los fines de semana tienen un descuento muy importante (casi la mitad) asi que lo aprovechamos para visitar algunas de estas ciudades. Se pueden comprar para varios días seguidos y te ahorrras las colas que luego se forman por la mañana. 
Hay que tener en cuenta dos cosas:
- Los nombres de las ciudades están en flamenco de modo que Lovaina es Leuven, por ejemplo.
- En la misma vía pasan muchos trenes con distinto recorrido pero con unos minutos de diferencia, de forma que hay que fijarse muy bien en el horario exacto del nuestro y en la ciudad del final de recorrido que es lo que pone en el cartel indicativo de la estación y en el lateral del tren. Teniendo en cuenta esto...    ¡Buen viaje!


La estación de trenes de Amberes es preciosa.
Se puede pasear por la ciudad disfrutando de sus plazas, sus casas y sus castillos.


Visitamos el Museo de la fotografia que  nos encanto: tiene una zona de exposicón permanente dedicada a la historia de la fotografía y varias plantas con exposiciones temporales.




Una de las exposiciones era sobre las Tradiciones Culturales de Europa. Las fotos nos impresionaron y  casualmente en el National Geografhic del mes de julio hay un reportaje dedicado a este tema con todas las fotos de la exposición.

El día siguiente lo pasamos en Brujas  
¡Qué bonita! ¡Qué medieval! y... ¡Qué fría!

Subimos todos los escalones de la Torre Belfort para tener una buena vista de la ciudad.


Un paseo por los alrededores siguiendo los canales, te acerca a los molinos, que están muy bien conservados.





 Otro día lo dedicamos a visitar Gante, otra ciudad con marcado carácter medieval.

 



Como no podía ser de otra forma subimos a la torre para contemplar la ciudad desde lo alto.

Hay una calle dedicada al mundo del graffitti que es curiosa.

Necesitábamos un poquito de naturaleza asi que cogimos un autobús que nos llevó a Bourgoyen- Ossemeersen, un magnífico paraje natural donde pasan el invierno muchas especies de aves. Tiene recorridos marcados muy fáciles de seguir.




Dudamos en sí acercarnos o no a Lovaina, pero decidimos darle la oportunidad de demostrarnos que no era una ciuad medieval más, y nos lo demostró: la fachada del Ayuntamiento es impresionante, pasear por sus calles es muy agradable... y




... tiene el aliciente de ir buscando las diferentes estatuas diseminadas por toda la ciudad.




Nos despedimos de Lovaina  comiendo en una taberna típica.



Las estaciones de tren han sido nuestras aliadas en este viaje por Flandes, aunque también nos han dado algún que otro sustillo. La estación para acceder al aeropuerto de Bruselas no es Zaventem como aparece en alguna página de internet, sino la siguiente que se llama precisamente AIRPORT, aunque con el Zaventen delante. 
¡Porque somos muy precavidos sino  perdemos el vuelo de regreso!

1 comentario:

Pablo dijo...

Menudo repaso a Bélgica ...