Nuestro medio de trasporte era la barca y nuestros barqueros nos iban llevando a diferentes sitios del parque donde pernoctar y contemplar la variada faurna que habita; monos, guacamayos, el esquivo gallito de las rocas, nutrias e infinidad de insectos.
Nuestro guía es un perfecto indígena: nos enseñó el arte del manejo del arco.
En muchas zonas los avistamientos de animales los hacíamos sobre una plataforma por el río, en otras eran zonas preparadas para contemplar las colpas donde las aves van a comer minerales (guacamayos y otros loros) y en otras ocasiones haciamos recorridos a pie por la selva, incluso por la noche.
¡En cualquier caso la experiencia es inolvidable!
¡Monos lanudos, capuchinos y monos aulladores!!!
El gallito de las rocas, a pesar de la lluvia, posó para la foto.
En las colpas iban llegando por orden las diferentes
especies y ocupando su sitio.
Las nutrias de rio, también llamadas lobos de mar, también se dejaron fotografiar, aunque se hicieron de rogar.
¡Arañas por todos lados!
Esta parte de viaje ha sido quizá de la que más hemos disfrutado.
Todo en Perú nos ha encantado, es uno de los viajes más completos que hemos hecho, pero la selva ha sido una experiencia inolvidable.
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